Mi nombre es Lucio y soy vecino del barrio desde hace 5 años, en los que he visto como fué cambiando la fisonomía del mismo para peor. Siguen las demoliciones, ahora mismo un grupo de obreros está demoliendo a masasos el techo de una hermosa casa antiquísima que solía funcionar como hogar para mujeres y cuyo patio trasero linda con el mío. Esto es en Cabrera entre Bonpland y Fitz Roy, en un acto indiscriminado de corrupción total que debe detenerse. No pertenezco a ninguna agrupación política ni me interesa pertenecer tampoco, me autoconvoqué y sumé a la voz de Palermo Despierta y como un vecino más en contra de las políticas corruptas de este gobierno infame al que no voté, el Lunes pasado participé de la movilización, cosa que pienso seguir haciendo. Me mueve el sentimiento de conservacionismo, en su sentido benigno, histórico y de identidad de un barrio más de esta ciudad, que solía ser hermoso y que cada vez con más rapidez está desapareciendo. Como pienso que ante tamaña injusticia el permanecer impasible e indiferente me convierte instantáneamente en un cómplice silencioso de ésta mafia organizada que funciona desde las esferas más altas del gobierno. Los póliticos están para serbir a los intereses de las personas, que los hayan votado o no, nunca al revés. Por eso creo en el poder que se puede ejercer desde cada uno, y que, si nos une un objetivo en común, más allá de las diferencias partidarias, puede que triunfemos contra este mal y detengamos entre todos ésta amansadora de destrucción, ¡Despertemos! de una vez por todas, gracias.
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