la mantuvimos impecable cuidando de ella con amor y disfrutándo además la tranquilidad del barrio. Pero nada es eterno y al calor de la voracidad de los nuevos emprendimientos inmobiliarios, los talleres de autos fueron siendo remplazados por coquetas boutiques y restaurantes de " Autor" y, luego de que los travestis que tanto molestaban a los vecinos, fueron desplazados entre gallos y medianoche al Rosedal vimos escalar de un día para otro el precio de las propiedades a cifras impensadas. Florecieron, los proyectos inmobiliarios faraónicos como las Torres Mirabilia, la Clínica Suizo Argentina, Las torres Hollywood 1 y 2, etc, etc. Resignados a ver caer aquella arquitectura de casas bajas tan colorida característica del barrio que tanto aprecian a los turistas extranjeros, para ver surgir edificios de todo tipo y color supimos que en algún momento nos tocaría padecerlo en nuestra cuadra. Primero asistimos a la construcción de un edificio al lado de nuestra casa, la que por supuesto nos robo un cacho de sol. Esa construcción trajo los inconvenientes e incordios de toda construcción pero nada mas. Por otra parte quienes la hicieron se hicieron cargo de algún problema surgido en el camino, sin mayores problemas. Hace dos años comenzaron la demolición de la casa que se encontraba del otro lado. Pero a diferencia de la construcción mencionada desde el inicio mismo de la demolición fuimos llevados a padecer un calvario del que quise dejar un testimonio y angunas enseñanzas fruto de la experiencia, porque pienso que mi caso puede ser el de otros vecinos:
El lugares: http://palermoviejosite.iespana.es/
Y tiene muchos enlaces a otras páginas que tienen que ver con el tema.
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